Papá N03l (Parte II)

─Oye, ¿De verdad que no me vas a dejar ningún regalo?

Papá Noel se giró.

─No. No lo mereces.

─¿Pero que he hecho mal?

Papá Noel bufó. 

─No eres solidario, me he tenido que hacer el bocadillo yo, ni siquiera me has puesto una estufa. Encima he visto que tienes la casa llena de fotos tuyas, eres un egocéntrico, ¿Por qué no dejas las que vienen con los marcos? La funda del sofá es horrible, ese pijama te queda pequeño, llevas una bata de conejo, ¿Qué eres, Bad Bunny? ¿Hace falta que te de más motivos?

El chico, avergonzado, bajo la cabeza.

─Acuéstate muchacho, y trata de ser mejor persona para el año que viene. ─Papá Noel abrió la puerta, y cuando estaba a punto de salir se giró─ Y compra Doritos, maldita sea. 

El chico vio como la puerta se cerraba frente a él. Papá Noel se había ido. Se giró, fue a la cocina para apagar la luz y se percató de que la tostadora no estaba. Confuso, se dirigió al salón, el jarrón dorado que le había regalado su madre tampoco estaba al lado del televisor. Corrió hacia la puerta principal, y salió a la calle justo en el momento en que el falso Papá Noel pasaba frente a la casa en un patinete eléctrico. 

─¡Pringaooo! ─gritaba con la bolsa colgada todavía del hombro. ─¡De chill eh! ─soltaba el patinete y extendía la mano cerrado con el dedo pulgar, el de en medio, y el meñique extendidos. En ese instante el patinete giró y él cayó rodando soltando suspiros con cada bote que daba contra el asfalto. El tipo intentó salir corriendo hacia él, pero el falso Papá Noel se levantó y corriendo muy rápido pero con pasos muy cortos consiguió volver al patinete y huir. 

El chico entró en casa, abrió una lata de Cruzcampo y una bolsa de Risketos y se puso a llorar en el sofá. 

─Vaya, la imagen debió ser deplorable ─dijo el Duende mientras envolvía otro de los regalos. 

─Sí, cuando entré a dejarle los regalos que había pedido se había quedado dormido en el sofá con toda la boca naranja, pobrecillo…─contestó el auténtico Papá Noel sonriendo.