Perdida

A veces cree que una maldición,
convirtió su lengua en trapo,
y ahora nadie la escucha,
nadie puede entender su canto.

Se perdió con los años,
la brújula de los sueños se imantó,
y la aguja comenzó a tartamudear,
y ella, tropezando,
lleva años buscándose sin parar.

Se le han cambiado los ojos de sitio,
la nariz se le ha puesto en diagonal.
La boca es ahora un precipicio
y cada palabra que dice la empuja al vacío
sin que lo pueda evitar.

Y asi va, dia tras dia, cayendo al abismo,
donde nadie la espera ni la imagina.
Como una lágrima de nieve que flotara,
que aleteara en un vacío infinito.

Lleva años sintiéndose desnuda,
vulnerable a la metralla,
de esta jungla de cristales.
Me estoy haciendo fuerte, piensa,
aunque ya solo es ella misma en carnavales.

A veces sueña con borrarse,
cerrar los ojos para siempre,
dormir el sueño eterno.

Ignora que son sus pupilas al mirarme,
los puntos que sostienen, 

el universo entero.