I4
No dejes que el tumulto,
te desvíe del camino.
No te dejes someter por el hastío,
ni doblegar por la desidia.
No dejes que el frío
te quiebre la sonrisa.
No te dejes consumir por la desgana,
ni perder con las olas.
No te dejes llevar,
adónde no quieras llegar.
No dejes que ni la más insondable oscuridad,
apague el brillo que desprende tu mirada.
No te dejes arrastrar por la costumbre
ni permitas que el ruido perturbe
la esencia de tu alma.
Baila, ríe, juega,
solo una vida para ser tú;
que cuando mueras, mueras de frente,
que no te quede como cuenta pendiente,
haber mostrado tu luz.
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