Cronos
erguida en su magnificencia,
soportanto tempestades,
enebrando miradas ante
el inconmensurable paso del tiempo.
Esta piedra y su matemática envergadura,
con su aritmética proyección,
sobre tierra y agua,
aire y fuego,
luz y tinieblas.
Y el viento cincelando sus arrugas,
y el sol pintando su contorno.
Las gaviotas aletean su flama,
mientras ella en silencio
murmura su eterna proclama:
el efímero aliento de la vida
y el sustento violento de las horas.
Pasión o hastío,
tedio o ilusión
ante el vasto páramo
de la incertidumbre.
Pasión, siempre,
más allá de la magnitud
de su mudo bramido.
Más allá de la fría piedra,
Más allá de la oscura tumba.
Comentarios