Sinopsis

Y luego me dijo que de mis ojos,
brotaba Chivas,
que si quería un par de hielos,
para sentarme con ella al fuego,
a beber y a volar hasta quedar sin vida.

Y yo le confesé que por los dedos,
le corrían fieras. Que a ver si se escapaba,
de la jaula, la más innoble pantera;
capaz de morder mis putas manos de poeta,
convirtiendo en esperpento el talento,
de hacer fantasía, de esta vida tan perra.

Me dijo feliz cavidad y buceé en su alma.
Hundí mi desilusión en su desentendimiento,
fui inteligente en su ignorancia,
y ni me amó,ni la amé,
y no por eso me siento, dichoso en desgracias.

Quemo las horas, humedezco el cielo:
llueven, olas de mar, sobre mis pupilas.
Son en mis superficies oculares,
estas lágrimas glaciares, grácil terciopelo.
No sé si te has dado cuenta, no sé si me miras,
pero conozco,
el patrón, de ubicación, de todos, y cada uno,
de tus dorados cabellos.

Controlo sus movimientos,
reconozco tal danza: sabes...que aprecio lo intenso,
sabes, que adoro tus alas.

En el salón de mi casa quedan huellas todavía,
de una cabalgada tan tardía, de unos besos tan sufridos,
de unas verdades tan de mentira, como en falso fueron, mis latidos.

Comentarios

Patricia ha dicho que…
Guau! escribes cosas maravillosas, se nota el sentimiento, me imagino cada palabra que escribes, está muy bien!
Félix Calderón ha dicho que…
gracias patri :D

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