V de Vehemencia

En Bohemia hay solo dos calles, pero los visitantes no lo saben, porque no ven nada más que ruinas. Si cuando vayas la encuentras desierta o desmembrada, preocúpate, no naciste para ir allí, márchate....algunas ciudades sólo existen como son, para algunos corazones elegidos, que gozan de lo intrépido de la locura, igual, que de sus condenadas consecuencias. Son, circunstancias circunstanciales que provocan que cada vida, sea irremediablemente única e irrepetible. No disfrutan de las sensaciones...están demasiado ocupados tratando de conseguir dinero, para sobrevivir, yo...aprovecho este momento, y supervivo. Sólo hay un par de escenas en la vida, en las que puedes olvidar, y ser suicida; ser compositor de idiosincrásicas cuestiones, y gozar la vida, sacando el aliento de los pulmones a cucharadas, si...hay escenas en la vida, tan buenas como un polvo genial, pero algunos sin polvo no lo disfrutan: adictos... a escapar de la realidad.

Bohemia no ha cicatrizado aún sus heridas, desde que la guerra pasó por sus entrañas. Una, de las dos calles, se llama calle melancolía, y está colmada de tragedia. Joaquin Sabina, le dedico una canción, él, que sabe más de la ciudad que yo, porque está empadronado allí. Solo se oyen carcajadas, de niños, y sonidos de ventosa. Las carcajadas las producen los textos de los malos profetas, los sonidos los besos, que se dan los poetas. Pregunta por allí por Bohemian, te contarán leyendas de inconmensurables tesituras.

Llevo algunos años, yendo y viniendo como perdido o secuestrado por la desubicación, el caso es, que llevo algunos años yendo y viniendo y, creéme, lo bueno de venir aquí, es saber que cuando quiera puedo volver. Si para entonces tienes un folio en blanco que no vas a usar: prestámelo. Si tienes un instrumento con la capacidad de inmortalizar en tinta, o a pelo: déjamelo. Tardaré una vida de suspense y roturas fibrilares sensoriales, pero lo habré hecho, lo habré conseguido, lo habré dejado, incuestionablemente escrito.

Cuando me dicen que mire el lado positivo de la vida, te busco, estúpida gata con tendencia suicida, y no veo más que tus ojos, suspendidos, en el viento. La mirada conmocionada, las pupilas dilatadas, el iris, descompuesto. Glaciares ideas transmitidas por desconciertos pupilares desde tu rostro, encajados tus ojos en el mismo, realizando el propicio mecanismo, para acabar sin moverse, desmoronando mi estructura. Odio que existas...me partes en dos los latidos, me rompes los esquemas, me dejas sin palabras, cuestionado, derrotado, envasado al vacío. Pero...Bohemia y tu, teneis algo en común: nunca encontraré las palabras adecuadas para precisar vuestras respectivas influencias sobre mi patológico cerebro, pero...tampoco las buscaré.

Sois de esas....circunstancias circunstanciales, que hay que disfrutar sin más. Sin planteamiento ni debate, sin reflexión ni razón, sólo valorar que el azar, haya combinado en ustedes, átomos en tan grácil compostura. Con contundencia, y con vehemencia, os llevo siempre en la cabeza, como la representación mental, de aquello, que intento hacer con el lenguaje: algo...que nadie pueda describir.

Sois...como esas ciudades, que sólo algunos y solo a veces, en contadas ocasiones con transcendentales sensaciones, notan, que les ha cambiado. Algo que los sabios llamarían revelación, los religiosos éxtasis, y los drogaditos éxtasis con opción a revelación. Teneis...esa capacidad...de combinación articulatoria para convertir el mundo,en algo insignificante, la realidad en algo desafiante, y la belleza...en una virtud propia. Soñar, y escribir, está bien, me hace sentir cerca de ustedes. Vivir, sin ustedes, está genial, os convierte en objeto de mítica fantasía. Probablemente, si te conociera mejor, bastaría con una categoría, para denominarte, tal vez por eso, no tengo, tal intención.

Nosotros...los que escribimos, tenemos la falsa manía de convertir cada escena en poesía, y a veces, se nos va de las manos. Convertimos los gestos en estrofas, las posturas...nos tienen que rimar. Las lágrimas nos saben a Rioja, las caricias profundizan, en nuestras burbujas y nos encogemos, como gatos delicados arqueamos el lomo para sentir el calor del ahorcado. Tenemos...fantasmas, que no conseguimos obviar en ningún texto, nos persiguen, infatigablemente hasta la angustia. Contribuimos al mundo con descarrilamientos de ideas; con fugas disociativas, y delirios de referencia. Yo...tengo línea directa con Dios, pero aún no me ha sabido explicar, porque a los humanos nos gusta tanto colocarnos por encima, del reino animal. Y el amor, lo hacemos en Verso, si, con V de Vehemencia; y a las monas las llamamos por su nombre, aunque nos guste vestirlas de seda. Nos gusta consumar la vida, consumir el aliento hasta perderlo. Ir a Bohemia, cada uno de Abril, y pensar en ti: recuerda, sólo, y únicamente, porque no os puedo describir.