El Bombero Rumbero III (Final)
-Menos mal que al final, ha salido todo bien, pensaba que después de esto nos despedían a todos.
-Si pedo...jefe, ¿Hemos tenido un poco de potda, no?
-Ni potra ni potro, fue un milagro, de los de verdad, como los de las peliculas. Fue el bombero rumbero, estoy seguro, él nos ha salvado...
-Pero...pero, ¿Cómo va a haberlo hecho él, si ni siquiera ha aparecido? - dice la reportera
-Ah...o sea que sólo porque usted no puede verle, ¿No está, no?
-Buena despuesta jefe.
La reportera cruzó los brazos y se dispuso a poner fin el reportaje.
-Increíble...como han podido ver, lo que hemos vivido esta tarde aquí, en Colmenar, con el incendio que se produjo a las ocho, y que finalmente, empezó a menguar a partir de las nueve con la inteligencia y buen hacer de aquellos que, encontrándose dentro del edificio
-Oiga...usted, si usted. ¿De qué coño va disfrazado? Lárguese, ¿Aquí no hay ningún show, vale? Y el orgullo gay es en verano...
La reportera, se giró asombrada para mirar a Adolfo, y este encogiéndose de hombros añadió:
-O eso me han dicho vamos, pero que yo no sé...yo no he ido nunca.
Juan Ignacio Pérez Ortega, estaba en calzoncillos a las nueve de la tarde, en el salón de su casa, leyendo:
-¡Qué! -exclamó. Su voz gutural retumbó en el salón incapaz de contener la sorpresa- ¿Que se casan?
Alberto Isla, el ex de Chavelita, y Techi, anuncian en la portada de la revista Qué me dices, que planean casarse. (...)
-Pero si era un montaje... ¿Hasta dónde van a llegar?- se dice. La música de pronto se detiene, el Fary ha acabado de inundar con su voz las paredes de la estancia y Juan se encamina a dar la vuelta a la cinta cuando de pronto oye algo. Abre una de las ventanas, asoma la cabeza, y el sonido se cuela con total precisión hasta sus oídos hipersensibles.- El tocador de guitarras...maldita sea, alguien me necesita.
Le da la vuelta a la cinta y pulsa el Play. Luego corre a la habitación, y como todo buen superhéroe, se quita los calzoncillos para ponerse los pantalones debajo. Luego rebusca en el armario. No la encuentra, no está en ningún sitio.
-Mamá, ¿Dónde está mi camiseta de salir?
-Ay...la estoy planchando hijo. ¿La necesitas ahora mismo?
-Si, mamá. Ahora mismo. -Se pone la camiseta con volantes en las mangas, y las iniciales BR en blanco pintadas con rotulador bajo el fondo rojo. La toalla negra se la engancha a la camiseta interior, y en la cabeza se pone el antifaz blanco con purpurina que le entró de regalo con la entrada, aquella noche vieja loca cinco años atrás.
-¿No irás a salir así, no?
-Pfff...ya estamos, mamá.
-No ya estamos no, es que si te ve tu padre te denuncia. Luego dices que no te dan trabajo. Peinate y ponte los pantalones como la gente normal.
-No mamá...no, yo no soy como la gente normal. Yo soy...
-Tu eres subnormal. Que mira que me sabe mal porque eres mi hijo, pero...anda que anda... ya lo decía tu abuela, que no fumara durante el embarazo...
-Bueno peinarme sí...
Se acerca al baño, se peina. Y justo cuando va a salir, recuerda que lleva el móvil todavía en el bolsillo. va a la habitación, lo suelta sobre la mesita, y cuando va a salir, recuerda que puede tener algún mensaje. Ciento cuatro whatzzaps, "De admiradoras, seguro", piensa. Pulsa, y lee el último whatzzap "El tocador de guitarras ha abandonado el grupo".
-Mierda...llego tarde, se ha picao.
Desliza el dedo por la pantalla:
El tocador de guitarras dice: menuda la que se ha liado chavales...bomber rumber, va, ya te estás viniendo...
El tocador de guitarras dice: Va...tu...que esto se está poniendo feo, ¿cómo vas?
El taxista infinito dice: Ya sa dormio er notah...
El tocador de guitarras dice: No creo porque como se haya dormido la hemos liado.
El supervisor ciego dice: más que el bombero rumbero debería ser el sobao bombero.
El tocador de guitarras dice: Va tronco...como no vengas, aquí va a haber una barbacoa.
El supervisor ciego dice: No le esperes...tu no le esperes, tócate una de Pablo alborán y cántala como tu sabes
El taxista infinito dice: (calabacín) (calabacín) (calabacín)
Dios...dice el bombero rumbero, y suspira. Sin acabar de leer la conversación del grupo "los superheroes locos" sale corriendo y por el pasillo se resbala y cae sentado.
-Mierda...las zapatillas...
Con las zapatillas ya cambiadas por unas botas (que le suman unos centímetros) sale al rellano. ¿Ascensor o escalera? "Ascensor...-piensa- es más seguro, ¿Y si las escaleras no funcionan?" No duda, y pulsa el botón.
Navego entre las olas de tu voz, y tú, y tú, y tú, y solamente tú....tururúuuu
haces que mi cama se desprenda con tu luz....y tuuuu ru rú ru rúuu uuuuu uuu
Dios mío...mirad...- dice Adolfo. - Se está nublando.
Mirad allí, en aquel tejado, ¿No es el bombedo dumbedo?
¿Allí? Pero si eso es un antena, joder...- responde Agustín.
El bombero rumbero, sube de nuevo al ascensor cuando ya ha llegado al portal porque ha olvidado el mp3. Luego baja, el Fary de nuevo en sus orejas, no podía ser menos. Se sube a la bici y hace una mueca de repulsión al notar el sillín en el ano, empujando las mallas hacia adentro. Empieza a pedalear con todas sus fuerzas, pero algo no va bien...luego mira hacia abajo, ha olvidado sacarla del cepo.
-...supieron aprovechar la lluvia que milagrosamente empezó a caer copiosamente sobre nosotros. Un chaparrón que sirvió para que aquellos que se encontraban atrapados pudieran recoger agua en ingentes cantidades para ir sofocando poco a poco las llamas
Cuando llega al lugar de la tragedia, la expectación parece haberse disipado.
-¿Pero tú que crees que por llevar una placa tienes más poderes que yo o qué?
-Si...tengo el poder de no vestir como un payaso. ¡Venga, largo!
-Lo cierto es que igual que ustedes, queridos espectadores, no sabemos qué explicación dar, al extraño fenómeno que hemos vivido hoy aquí. No sé, si Adolfo Macarrilla tendrá una conclusión más definitiva. ¿Quiere usted decir unas últimas palabras para cerrar la conexión, señor Macarilla?
-Si que...que gracias, bombero rumbero, gracias por traer la lluvia...sin tí no sabemos lo que hubiera pasado, porque la verdad es que aunque al principio lo teníamos todo controlado, luego bueno... luego...
-¿Al principio?- pregunta la reportera.
-Si...antes del incendio... pues eso que, gracias.
"El tocador de guitarras se ha unido"
El tocador de guitarras dice: ¿Ey, os habeis enterado?
El taxista infinito dice: Si...yo creo que sí, pero espera, ¿A qué te refieres tú? A ver si estamos hablando de lo mismo...
El tocador de guitarras dice: Que se van a casar Techi y el otro.
El taxista infinito dice: Ah si si, yo me refería a eso.
El tocador de guitarras dice: Ah y por cierto, bombero rumbero mis cojones, bombero mierdero...
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