La paz del guerrero
¿Por qué es tan importante ese tipo para ti?
Porque le vi hacerse.
¿Hacerse qué? ¿Hacerse cómo?
Le vi sentado en la más insidiosa oscuridad, armado sólo con un cuchillo y una botella. Le vi coserse heridas, le vi tallarse huesos, le vi trazarse ríos, de venas, purulentas, que alimentaban su cuerpo para darle vida. Mientras bebía, ahogando el grito, sepultando el dolor bajo una ola de ardiente analgesia.
¿Le viste curarse? ¿Es eso? ¿Por eso te impresiona?
Para curarse, uno tiene que estar vivo. El estaba muerto. Sangraba por los ojos, la cabeza le colgaba de los hombros y era como un árbol mutilado, dejado a la intemperie y desasosegado. Estaba al borde del abismo, agarrado a la roca con la puntita misma de las uñas, pero...no le temblaban los dedos.
Hablas de él como si fuera un héroe.
Cómo si fuera un héroe, me preguntas por él.
Si te quisiera no te habría dejado así...
El no quiere a nadie, ni siquiera así mismo.
¿Entonces? ¿Por qué tanta lealtad? ¿Por qué tanta devoción?
Por que...¿De qué me serviría alguien capaz de amarme con locura...si al menor desaliento muriera de angustia? Yo quiero un guerrero, ¿Entiendes? Quiero alguien capaz de motivarme ante el conflicto, quiero alguien que me de ganas; por más que no haya, absolutamente ninguna razón para luchar, ni para tenerlas.
¿Qué sabrás tú de la paz? Si nunca has tenido que luchar por nada...
Comentarios
Sabemos más de aquellos a quienes vemos en los malos momentos, que de aquellos que sólo nos dejan ver los buenos. ¿Cómo actuaría el interlocutor de este relato si tuviera que rehacerse a sí mismo? No podemos saberlo, si nunca ha tenido que luchar por nada...
Una conversación muy profunda en pocas líneas. Me ha gustado mucho, aunque aún no he decidido si me he sentido identificada.