Un añito de vida

Hace un año, tal día como hoy, a esta misma hora, llegaste a este mundo, Ainhoa, entre balbuceos y lamentos, maldiciendo a los dioses con un llanto feroz. Tus ojos eran dos finísimas lunas que brillaban bajo dos pequeños párpados hinchados que trataban inútilmente de protegerlos de la luz radiante que desprendían los focos del hospital. Tenías los pequeños deditos arrugados y retorcidos, tensos, probablemente aterrorizada ante un entorno tan frío y adverso; tu pequeño cuerpo reaccionaba poniéndose en alerta. Eras tan pequeña que ni siquiera me atrevía a sostenerte entre mis manos, ante la atroz expectativa de que pudieras deslizarte como el agua entre mis dedos. Eras liviana, ligera, y estabas aterrorizada. Hace un año, Ainhoilla, a esta misma hora...hoy pesas casi diez kilos. Tus lunas ahora están llenas, brillan, centellean de ilusión ante cada cosa que miran. Tienen, la magia de otro mundo reprimida en las pupilas y hierven, en su superficie, hechizos de alegría que brillan de entusiasmo hasta en las noches más oscuras.

Ahora apenas lloras...sólo gritas cuando estás entusiasmada...sonríes, con frecuencia, no pretendas engañarme. Soy testigo, afortunado, del arqueo maravilloso que experimenta tu sonrisa cuando sin necesitar excusa, de repente, sientes la felicidad que te envuelve y lo demuestras. Hablas, articulas palabras, algunas con más sentido que otras, es cierto, pero ¿Qué importa? Si ni siquiera los adultos, sabemos a menudo lo que decimos.Y yo, te miro crecer, comprando baberos, para mí, por supuesto, aplaudiendo cada gesto nuevo, cada mirada nueva, sorprendido, y feliz al mismo tiempo. Yo...sólo quería decirte algo, que creo que estás aprendiendo: que no tengas miedo, que este mundo no es para tanto. Que los gigantes no son más que molinos, y que los malos no son más que tontos que no saben lo que hacen. Que la vida es sencilla, que se trata de que al final de mes salgan las cuentas, de que tus sonrisas hayan sido más que tus lágrimas. Que no le busques sentido, que se lo pongas tú. Que el tiempo te hará dudar, pero también te ayudará a resolver tus dudas. Busca el amor por encima de todas las cosas, el odio solo te llena de rencor, y la rabia sólo mata por dentro. Recuerda siempre que es hermosa la vida y que es precioso estar vivo, Que estaré ahí, igual que estuve cuando naciste, para verte crecer, para verte aprender, para verte sonreír, y que serás un año tras otro el mejor de los regalos. Se supone...que debería felicitarte...pero qué diablos, si somos nosotros los afortunados....te queremos, pequeña.

F.C.S.
07:50
10/11/16