La historia de los muertos (Testimonio de Lucía: parte I)




     Me…me llamo Lucía, Lucía Ortega, y soy estudiante de periodismo. Estoy cabreada, perdona, pero estoy cabreada. No sé por qué me dejé arrastrar por estos gilipollas a esta mierda (gimotea) lo he pasado muy mal, muy mal, pensé que nunca saldría, me quedará un trauma de por vida, me cago en sus muertos (intensifica los gimoteos) solo queríamos hacer un puto trabajo, un trabajo de mierda, y se les fue la olla. Con la cerveza, la coca y con todo. Nada más llegar haciendo el tonto, Laura como loca por tirarse a Daniel, y Daniel como siempre detrás de Iván, y él otro loco por meterse una más. No paraban de beber, querían explorarlo todo, cajones, habitaciones, pasillos, yo me sentía mal, me faltaba el aire, porque había mucho polvo, olía mucho a sangre, a óxido, no sé, pero no podía respirar. Y discutieron, porque Raquel es subnormal, es una pedante de mierda y siempre se tienen que hacer las cosas como ella quiera, y yo no digo que me parezcan bien las tonterías que hacían, pero estábamos juntos, estábamos juntos y sino hubiera sido por ella Iván y Daniel no se hubieran ido, pero se fueron, Iván se quería meter unas rayas, Daniel se quería liar con él, buscaba la oportunidad, es gay, aunque no quiera admitirlo, ni bisexual ni pollas, es gay, y lo sabemos todos. Y no sé qué pasó, se piraron, y cuando volvió, Daniel estaba manchado de sangre, toda la cara, las manos, y Héctor le quería matar, porque pensaba que se había cargado a Iván, y yo me lo quería cargar porque no sacaba la llave, y luego dijo que la había perdido, que a lo mejor se la había caído, pero yo me lo quería cargar. Y luego sonó algo en una de las aulas, y me dejaron sola, las muy estúpidas, me podía haber cortado las venas en ese momento con la navaja que Héctor había llevado para los bocadillos, se la había dejado sobre la mesa y me podía haber cortado las putas venas de la muñeca, sino hubiera sido porque pensé en mi hermana pequeña y no sé, tuve un no se qué, una curiosidad por verla crecer, y me dije Lucía, tronca, tranquila, espérate, relájate, y lo hice, conseguí controlarme, más o menos, pero luego me asusté. Porque mientras estaban en el aula, vi una rueda de bicicleta rodar por el pasillo, sola, cruzar el pasillo de un extremo al otro, entre la puerta principal y el hall, y no se de donde apareció ni cómo, sólo sé que cuando la oí caer al otro extremo del pasillo me dio un vuelco el corazón porque pensé que había chocado con alguien, o con algo, no sé por qué, de repente, imaginé que había chocado contra unos zapatos envueltos en plástico transparente, imaginé una bata blanca, unas gafas, vi un bisturí reluciente, resplandeciente bajo el foco de una luz que ese día no funcionaba, y que quizás llevaba años sin funcionar, y no sé porque me vino a la cabeza ese tipo, solo sé que me vino, y que tuve miedo, que pensé que ese tipo venía a matarme, y a matarnos a todos, que no estaba a gusto con que estuviéramos allí. y de repente oí a Raquel volver, y me calmé un poco, me dijo que Laura había ido a buscar a Iván, y me dio miedo, pero me quedé tranquila pensando que estando con Raquel no podía pasarme nada malo.

*Historia de publicación semanal

Comentarios

Lourdes Bna ha dicho que…
Sigue muy interesante ehh! Hay mucho misterio por descubrir! Te amooo! <3
Félix Calderón ha dicho que…
Graciaaas, si, veremos...jeje y yo a tiii!! <3
Anónimo ha dicho que…
Muy intrigante todo, la historia me sigue gustando y espero el siguiente capítulo!!
Félix Calderón ha dicho que…
Me alegro mucho!! :)

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