Filo
Tengo los pies cruzados sobre el abismo de la nostalgia,
sentado en el filo de una navaja, al borde del precipicio.
Me estoy afilando los dedos,
con la lengua de una tijera.
Recuerdo, el desconsuelo,
te invoco, primavera.
Asumo el otoño mientras oigo esa sinfonía,
de crujidos a mi paso, sonrío,
me detengo.
Miro atrás desde la lejanía,
noto el viento gélido arañándome enfadado, las pupilas.
Sigo sonriendo, mirando atrás:
allá la navaja, el pasado,
aqui mis dedos, afilados
y en mi mente tu sonrisa, poesía.
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