De esas veces


Y a veces le pregunto,
solo por si quiere que escriba algo decente,
y ella obediente, calma el pulso de sus alas,
y se sienta paciente, a cantarme una balada.
Una que habla del amor en la batalla:
cuando truenan alrededor los tiros,
y flota en el aire polvo de metralla.
Cuando prende el odio, inflamable,
y se alimenta la llama de su baile,
quemando hasta el horizonte 
más insondable del alma. 

Y a veces le pregunto,
y ella sin replicar viene a verme.
Me lleva volando por su mundo,
de sirenas varadas y valquirias ecuestres,
me señala desde el cielo la belleza,
para que escriba y la refleje.
Para que versifique el espejismo,
de esta vida y cuanto sueñe, 
para que nunca arda inmaculado el papel,
y siempre haya un verso incandescente. 

Un cielo pálido y una tierra inerte.
Una columna de recuerdos, humeante,
que alcanza la estrella más distante:
el mundo que dejaste.
Y a veces te pregunto,
porque sé que estás ahí,
aunque ya no pueda verte.

Comentarios

Lourdes Bna ha dicho que…
Impresionante poesía! Gracias por compartir la belleza <3

Entradas populares