VIII.M
Sueña con ser alguien normal
la niña de ojos viejos.
Suspira cuando se mira al espejo
y no viéndose capaz,
desprecia tan efímero deseo.
Entre poemas de Alejandra Pizarnik,
y cuentos de Mary Shelley,
rueda por la vida:
heroínas de Disney,
y sueños de cristal
completan su augusta sinfonía.
Tras la ventana llora mares la ciudad,
para que pueda nadar,
en este océano de fraude;
confundirse y ser social,
y aletear, feliz,
cuando el mundo se desgarre.
Después, ante el espejo
mira su reflejo
y pregunta por qué:
quisiera correr,
pero siempre es más rápido el tiempo.
Nació de las olas de un mar rabioso,
y con rabia mira los días.
Observa valiente la avenida:
podría volar si quisiera,
sobrevolar con su poder
la mundanal desidia de
las miradas baldías,
pero prefiere nadar,
y confundirse sin más
en la pecera de la vida.
Comentarios