Fortalezas
A veces mira desde la almena,
las ruinas humeantes,
y dibuja puertas en el cielo
para escapar.
A trazos pintó un castillo,
para salvarse cuando las calles
se empezaran a encender;
cuando lengujas de fuego lamiesen
el pasto
y los cristales se empezaran
a quebrar.
La muralla era un primitivo boceto,
la defensa esencial emergía
de la mágica sinergia
de la yema de sus dedos.
Con leves pulsos difuminaría el mal,
y los transformaría con pinceladas
volviendo penas y agonías,
esperanza y libertad.
Princesa de sueños ancestrales,
no se resigna a ver el mundo expirar;
sigue cada día,
restaurando con osadía,
los pilares de un cosmos
que nunca más volverá.
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