Redención


Es muda la caída de un gigante,

si es gigante la causa que le derriba.
Si es insignificante su alma;
si es cobarde su espíritu
y maliciosa su diatriba.
Y más pesa la irreductible conciencia
de un hombre bueno,
que la robusta madera de la que puede
estar hecha una maza,
y más fuerte,
y más impía golpea.

Sosteniéndola y soportándola
se reviste el corazón;
de piedra dura, fría mole,
que late con redoble,
y redoblando desprende
estruendosa reverberación.


Más pesa la conciencia,
que pregunta insistente
y exige respuestas;
que juzga con vehemencia,
que ve omnisciente el alma desnuda
y dicta sentencia.
Que se proyecta desde el sol,
se refleja en el cristal,
y se acuna en el vientre de la luna
sin llegar a dormirse jamás.

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