Saturno
Y el verso que le cortó el aliento
hablaba de ella.
Escribía a deshora y sin demora
retazos de sus huellas,
escribiendo y describiendo los momentos;
fecundando y gestando poesía,
y cada noche leía y releía con nostalgia ,
trayendo al presente los recuerdos.
Prometió cercenar de una vez
la costumbre,
romper el hábito de cuajo,
y ahora cada noche devoraba sus engendros:
rompía entre sus fauces las palabras,
descomponía y destripaba cada letra.
Así su mente se retorcía,
así las horas se sucedían,
como eslabones
de una condena perpetua.
Un día la aguja en la esfera llegó curvada;
Una lágrima de acero se incrustó afilada
en el vientre del cielo
y dibujó un ojo
que lloraba sangre con su torva mirada.
Y emergían del pasado,
sobre un mar de vívida espuma,
los poemas denostados:
y el verso, que le cortó el aliento, hablaba de ella
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